Parto de la base de que si cuidamos la salud mental de los trabajadores, no sólo ellos se verán beneficiados a nivel individual, sino también la empresa. Corresponde a sus directivos fomentar el bienestar en el lugar de trabajo, potenciar ambientes saludables y apoyar a las personas que se reincorporan después de un periodo de baja laboral.
Desafortunadamente, y por lo que observo en mi consulta, esto no suele suceder; mis pacientes me dicen que muchos de sus jefes no se esfuerzan en que el ambiente laboral sea agradable, ni en que ellos se encuentren cómodos y mucho menos que se sientan valorados por el trabajo que realizan ó sientan que forman parte de la compañía…
Los directivos no son conscientes de lo que se perjudican a ellos mismos y a “su empresa” manteniendo este modus operandi. Si lo fueran, pensarían en cómo tratar mejor a sus empleados y en modificar ciertas actitudes.
Aunque algunos sí van teniendo una visión más amplia e integral del trabajador, entendiendo que cuanto más a gusto esté y pueda compaginar mejor su horario de trabajo con el escolar, mayor será su efectividad en su puesto, menos estrés sentirá y al estar más tranquilo aumentará su rendimiento e implicación con la empresa.
Espero que este cambio en la forma de dirigir no se haga esperar mucho tiempo, que el empresario sea, por fin, consciente de que facilitarle la vida a su empleado es remar a favor de su aumento en la productividad y que potencia la sensación de pertenencia, aspectos todos ellos cruciales para que la propia compañía se desarrolle.
En tu caso, ¿consideras que en tu lugar de trabajo se potencia el que te sientas bien? ¿Sientes que perteneces a tu empresa ó únicamente trabajas en ella?
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