Ya sabes que tu cuerpo te habla, emite signos para llamar tu atención, para decirte que algo no va bien.
Decía en la 1ª parte que cuando se dan síntomas de tipo psicológico y físico mezclados es más complejo esclarecer qué es lo que le sucede al paciente, también porque ya ha consultado con el médico de familia, el cardiólogo, el especialista en aparato digestivo… y ninguno ha “encontrado” nada anómalo que explique esa sintomatología.
Cuando estas personas llegan a mi consulta con una gran confusión y empezamos a abordar sus sentimientos, sus dolores, preocupaciones… es el momento en que vamos viendo que, una vez descartadas las causas médicas, sólo queda la cuestión psicológica para explicar ese rosario de síntomas diversos y sin aparente conexión.
¿Qué emociones van asociadas a este diagnóstico casi siempre de trastorno de ansiedad que le comunico al paciente? Incredulidad, rechazo, sorpresa, negación, son las principales emociones que experimentan estas personas.
Normalmente, no se suele relacionar síntomas cardiacos ó digestivos con un problema de ansiedad, pero es muy frecuente la aparición y mantenimiento de dichos síntomas y su asociación a trastornos en ese ámbito psicológico; al haber mucho desconocimiento sobre ello, no es fácil relacionarlos, de ahí el rechazo ó la sorpresa.
Asimilarlo por parte de muchas personas no es tarea fácil, pero es algo completamente necesario y que trabajo en consulta: descubrir qué situaciones le están provocando malestar y debido a las cuales su cuerpo está expresándose. Las conversaciones en la sesión irán destinadas a ello.
¿Te sientes reflejado en alguna de estas situaciones? ¿Has pasado por ello? Te espero en el formulario de la página Contacto, de forma confidencial, para que me cuentes lo que quieras.