Menú Cerrar

Sobre mí

Después de terminar el Doctorado en Psicología Clínica, creí necesario seguir formándome para mejorar mis conocimientos en terapia de adolescentes y adultos, y fui realizando una serie de cursos para especializarme aún más. Lo que realmente deseaba era dedicarme a tratar pacientes, personas que estaban pasándolo mal. Quería empezar con la Práctica Clínica (ver pacientes, ayudarles a conocerse mejor, tratar sus problemas depresivos, sus síntomas de ansiedad, su malestar laboral…). En definitiva, realizar una aplicación práctica de mis estudios.

Una vez empecé con la Práctica Clínica, lo que más me ayudaba a mejorar mi técnica terapéutica era el ver cada día varias personas, escucharlos de forma activa, observar su semblante, su tono de voz, etc, y percibir sus necesidades vitales. Ayudarles a comprenderse a sí mismos, sus propias vidas y vivencias; que cada persona fuese descubriendo lo que le hace sentir insatisfecho y poder aumentar así su autoestima y autoconfianza. Y sobre todo, que cada persona sea capaz de coger las riendas de su vida, ESA VIDA QUE LE PERTENECE.

Todo esto fue posible gracias a Enrique Daniel, psiquiatra de Cáceres al que conocí en el mes de Enero de 2001. Mis comienzos profesionales fueron muy buenos. Conocí a Enrique Daniel en la planta de Psiquiatría del Hospital Nuestra Señora de la Montaña de Cáceres.  Me dijo que tenía un despacho libre donde él tenía su consulta particular, y quedamos en que iría a verla con él.

El despacho me gustó, era amplio, con muchísima luz natural y en pleno centro de Cáceres, y al mes siguiente, en Febrero de ese año 2001 ya me estaba instalando. Enrique me ayudó  mucho a nivel profesional, aclaraba mis dudas en ciertos casos que llevábamos en común (él la parte farmacológica y yo la terapia psicológica) ,me dí a conocer con él porque él ya llevaba unos años  pasando consulta. Me facilitó el comienzo de una nueva etapa para mí, la que deseaba poner en práctica desde que estudiaba, la que más me entusiasmaba y más pasión me producía. También me producía miedo, no voy a negarlo,pero después de hablar con Enrique, seguía teniendo cierta inseguridad, pero lo veía desde otro punto de vista. Me veía capaz de intentarlo por mí misma, y también porque me ofreció su ayuda y apoyo desde el primer momento, me dijo que tendría pacientes poco a poco, que la gente me iría conociendo…. Y así fue.

Hemos trabajando juntos durante 16 años, y estoy convencida de que mis comienzos hubieran sido muy diferentes y más difíciles  sin su apoyo, y aunque hace unos años trabajo sola en mi despacho, seguimos en contacto.