¿A qué me refiero cuando hablo de esos beneficios que no se pueden observar y que se obtienen cuando inicias un proceso de psicoterapia?
Beneficios intangibles serían, por ejemplo, el desarrollo de la autoestima de cada paciente que yo veo, si es que lo necesitan, ó la mayor sensación de bienestar, satisfacción personal y la progresiva disminución de la ansiedad y de sus síntomas, que dejan paso a un estado de tranquilidad personal y sosiego.
La persona siente en su interior esa calma que antes no tenía, es capaz de reflexionar de forma más tranquila sobre las decisiones que se le presentan en su día a día e, incluso, su expresión facial es diferente, se le ve, cuando le miramos, que está más relajado, que su cara no muestra tanta tensión.
Todos estos cambios se producen de forma progresiva, en el transcurso del proceso terapéutico.
Y así es como debe de ser y como será posible que estos cambios/avances personales se mantengan en el tiempo cuando termine su proceso de terapia, para que así pueda aplicarlos y ponerlos en práctica en cualquier momento de su vida futura.
Porque en eso consiste la terapia, en aprender, ahora, lo que te beneficia cambiar en ti mismo y lo tengas en cuenta en tu vida, aún después de haber terminado tu psicoterapia. Porque una vez que has aprendido a saber qué es lo que te hace sentir bien, lo que no, cual es tu mejor comportamiento, etc, lo apliques en tu vida presente y futura.
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