Para llevar una convivencia lo más calmada posible cuando vives con una persona que sufre algún tipo de trastorno mental, es imprescindible intentar entender por qué responde y se comporta de la manera en que lo hace, que es posible que no entiendas en un primer momento. No intentar razonar con ella según qué aspectos, para no aumentar la confusión de la persona que está enferma ó pasando por un trastorno psicológico.
Complicada tarea la de intentar comprender por qué se comportan como lo hacen, y complicado también intentar entender sus sentimientos y estados de ánimo cambiantes e impredecibles en ocasiones…
Encaminarles a un buen profesional de la salud mental, un psicólogo, será una buena solución, ya que éste será capaz de descubrir qué le sucede, cómo puede colaborar la familia, mostrarle ciertos apoyos, recursos ó herramientas que le servirán de mucha ayuda.
Por tanto, se necesita mucha comprensión, empatía, apoyo, escucha y cariño cuando estamos viviendo con un familiar que padece un trastorno mental.
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