Cuando llegas a la consulta, vienes mal, cansado, agotado del día a día, con un malestar, a veces, difícil de definir ó concretar.
¿Qué es lo que te molesta exactamente de tu pareja?
¿Qué hace tu hijo pequeño que te hace contestarle en mal tono?
¿Por qué motivos pierdes los nervios?
La consulta te ofrece un lugar íntimo, seguro, en el que puedas expresarte sin ningún tipo de miedo.
De esta manera, vamos desgranando ese malestar, esas emociones negativas, etc, que te impiden estar bien y disfrutar de tu día a día… y así, también, de forma progresiva, se va produciendo tu transformación, ese proceso que inicias en la primera sesión, a veces sin darte cuenta, pero que empieza… y continúa en las siguientes, a medida que aumenta tu autoestima.
El desarrollo de la autoestima es uno de los objetivos más importantes que se proponen y se consiguen en psicoterapia, a raíz del cual, la persona es impulsada a proponerse otros y seguir evolucionando, transformándose.
En ocasiones, esta transformación se produce de forma imperceptible para el paciente, pero se produce. Se inicia durante el proceso terapéutico, se va desarrollando poco a poco, y al terminar la terapia esta persona ya ha realizado un esfuerzo para mejorar su vida, su actitud, su forma de expresarse ó relacionarse, que le ha hecho convertirse en la persona diferente que es, pero manteniendo su esencia. Ha evolucionado para mejor: se ha transformado y seguirá haciéndolo en su día a día.
Por eso decimos que se produce esa transformación personal durante el proceso de terapia y que, después, cuando el paciente termina, continúa su transformación en su día a día.
Si te surge alguna pregunta, puedes contactar conmigo mediante correo electrónico, página de Facebook ó en la cuenta de Instagram: Psicóloga Mónica González.
Estaré encantada de leerte y contestarte.