¿ Qué entendemos por adversidad y cómo se relaciona este concepto con el de resiliencia? La adversidad se refiere a esos hechos traumáticos y de una extrema gravedad que todos somos susceptibles de pasar, como pueden ser enfermedades de familiares, tener un trabajo de un altísimo nivel de estrés, sufrir una tragedia, rupturas afectivas importantes, enfermedades físicas ó emocionales crónicas, el paro forzoso…Estas situaciones altamente estresantes, mantenidas un cierto tiempo, van desgastando a quien las sufre mientras va adaptándose a esa realidad.
Existen también otras situaciones traumáticas excepcionales, que no son tan comunes como las citadas anteriormente, que representan verdaderos golpes a nuestra seguridad y confianza. Entre ellas encontramos la tortura, los secuestros ó las violaciones, que ponen a prueba la resiliencia de las personas que pasan por dichas situaciones.
Continúo así la explicación de las condiciones que dejé planteadas en el post anterior sobre el tentetieso, lo que es necesario que se dé para poder hablar de resiliencia en las personas.
Se trata de situaciones que perduran un cierto tiempo en la vida de una persona. Que le están modificando interior y exteriormente sin que se dé cuenta de ello muchas veces.
La capacidad de una persona de pasar por ese proceso más o menos largo de dificultad y salir fortalecido después, sería la capacidad de resiliencia de esa persona, que varía en el tiempo y de la que podemos aprender cualidades de nosotros mismos que no sabíamos que teníamos.
La RESILIENCIA nos posibilita el salir fortalecido de esa situación tan dura, no como éramos antes de ella, sino con una nueva forma de ver el mundo, a nosotros mismos, nuestras capacidades. Algunos autores hablan también del CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO, del que os hablaré en una nueva entrada.
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