Menú Cerrar

BENEFICIOS DE DECIR NO

¿Cuántos libros conocemos del tipo “No diga sí cuando quiera decir no”? Seguramente más de uno, aunque no los hayamos leído todos. ¿Por qué hacen énfasis en el hecho de “decir no”, y parece que es lo complicado? ¿Que lo fácil es “decir sí “, a pesar de las dificultades que nos acarrea?

En realidad, sí es más fácil”decir sí “que “decir no”, esto es evidente, si alguien te pide que le hagas un favor y le dices que sí, la conversación no sigue mucho más, pero si la respuesta es”no”, ahí la cosa cambia y la conversación sigue de modo que tu interlocutor te dice,por ejemplo cosas como éstas: ¿ cómo que no puedes?, ¿qué  tienes que hacer?, ¿en serio?, ¡¡con lo que yo he hecho por ti!!,  siempre me lo haces( el favor que sea)… Además de la cara que se le puede poner a tu interlocutor de sorpresa, rechazo,etc, está el sentimiento de culpa que tú sentirás por atreverte a negarte! Y es comprensible, si casi siempre por no decir siempre, has accedido a lo que te pedía, lo que él espera es más de lo mismo: que sigas diciendo que sí. Es decir, le has acostumbrado a  que cuando te pide algún favor, se lo haces,le pones por delante de tus necesidades, tareas o deseos, por tanto es normal que él espere eso de ti.

Cuando decimos”no”, defendemos nuestros derechos, aumentamos la autoestima y nos reafirmamos en nosotros mismos. Cómo decía antes, al otro le producirá un cierto malestar escucharlo, pero NO PARA EVITAR QUE EL OTRO SE SIENTA MAL, YO VOY A DECIR QUE SÍ. No debo decirlo, pero por mí mismo principalmente. Por mi propia salud mental.

Qué duda cabe que la dificultad de negarse a algo es muy grande, nos cuesta mucho hacerlo y por eso preferimos decir que sí, aunque interiormente estamos pensando , ¡pero si es que no puedo !, ¡no me dará tiempo!, ¡ya he quedado ! A corto plazo, es cuando nos resulta más cómodo decir que sí, pero nos sentimos mal si no nos hemos atrevido a decir”no” cuando quisimos decir”no”, y nos sentiremos bien si dijimos que sí a algo que sí queremos o podemos llevar a cabo. Parece de cajón, pero es preciso discernir si queremos/podemos ó no.

El “no” no es para siempre y en todas las circunstancias futuras, lógicamente , se trata de un “no” específico para una demanda en concreto. Y en relación a las circunstancias en las que digo que sí lo haré, pasa lo mismo, ese “sí “ es para ese momento concreto, no para siempre.

¿ QUÉ  ES LO QUE SUCEDE CUANDO NO SOMOS CAPACES DE DECIR NO ?

Nos implicamos en actividades en las que no estamos cómodos, no nos gustan, disminuye nuestra autoestima porque no decidimos con coherencia con lo que pensamos realmente y eso pasa factura.

Dejamos de centrarnos en lo que nos importa ó en lo que queremos conseguir, además de perder un tiempo muy valioso.

Alimentamos un hábito perjudicial para nosotros.

Ejemplo práctico: un amigo te ha pedido hace tiempo que le acompañes a comprar una televisión porque quiere que le des tu opinión y te llama un sábado por la mañana para que le acompañes. A ti, ese día no te viene bien, estás explicándole a tu hija un problema de matemáticas y eso lleva su tiempo.

1. Posible respuesta: hoy no me es posible, estoy ocupada.

2. Otra posible respuesta: no, no puedo. Lo hablamos y quedamos otro día.

Habría muchas otras respuestas posibles para decir que no puedo en ese momento, es importante que cada uno encontremos nuestra “fórmula “, la forma en que estemos más cómodos para “decir no”, pero tiene que ser una respuesta sincera, clara y breve para que no se pueda malinterpretar. Expresar nuestra opinión acorde a lo que pensamos, hará que nuestra coherencia personal se desarrolle y nuestro bienestar psicológico también.

Os animo a que intentéis “decir no” para comprobar los efectos tan beneficiosos que tiene para cada uno de nosotros.

 

Bienestar