Cuando dices “no”a los otros ó les pones algún límite para evitar que se aprovechen de tu bondad personal, te estás reafirmando en tí misma y diciéndote que “sí”.
Decirte que sí a ti, es enormemente costoso cuando no lo has hecho antes, cuando siempre has estado disponible para lo que necesiten los demás, cuando estás más pendiente de sus necesidades y deseos que de los tuyos.
En la consulta lo veo a diario y el 90% de mis pacientes no lo aceptan bien en un principio ni se ven capaces de llevarlo a la práctica, pero eso es al principio, como digo, en las conversaciones de la terapia se va viendo esa fuente tan grande de malestar personal, que proviene del hecho de olvidarse de uno mismo de forma continuada… porque todos nos preocupamos por las necesidades y el bienestar de nuestra familia, pareja, amigos… eso es lo natural y denota un comportamiento empático.
Lo que no se puede mantener en el tiempo es la dedicación absoluta, el olvido de una misma, nuestras necesidades y deseos, por pequeños que nos puedan parecer. Empezamos progresivamente, y, después, ya ni nos acordamos de lo que nos gustaba hacer a nosotras, cuáles eran esas actividades placenteras ó ese deporte al que nos gustaba dedicar nuestro tiempo libre…
El malestar surge cuando únicamente nos preocupamos de su bienestar, el de los demás, y no del de cada uno, del que también tenemos que hacernos cargo cada uno de nosotros. Nadie lo hará como lo podemos hacer nosotros.
Para empezar a ocuparte de ti, puedes empezar de forma gradual, alguna tarde de la semana y recuperar actividades y hobbies que te gusta realizar y que, además, te reportan un bienestar emocional que si no lo haces, no vas a obtener.
Ve aumentando el tiempo ó la variedad de deportes poco a poco.
Y así, te irás sintiendo algo mejor. Lo pruebas?
Si tienes dudas sobre esto, puedes escribirme de forma confidencial a mi correo electrónico, monicagp@gmx.es
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