Boicotearnos a nosotros mismos es de lo más fácil que hay… todos, en mayor ó menor medida lo hemos hecho en algún momento…
La mejor estrategia para lograrlo consiste en decirnos a nosotros mismos palabras de desánimo, es decir, frases como éstas:
1. “No tengo tiempo que perder en eso…”
2. “Para qué, si no va a servir de nada…”
3. “Será muy difícil y doloroso…”
4. “Es inútil, no lo voy a conseguir aunque me esfuerce…”
5. “Requiere de mucho esfuerzo por mi parte…”
6. “En realidad no me hace tanta falta…”
7. “No valgo…”
8. “Estoy cansado de luchar…”
En definitiva, son palabras de no verse capaz de hacer ó comenzar algo nuevo y diferente, de ver únicamente el esfuerzo inicial y no las consecuencias buenas que obtendremos a largo plazo… Se necesita ser persistente, tener un pensamiento más a largo plazo que a corto plazo para salir de ese bucle en el que es tan fácil entrar y tan difícil salir.
Por tanto, es extremadamente fácil boicotearse a sí mismo y no conseguir los objetivos con ese monólogo interno tan catastrofista.
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