Es un tema excesivamente recurrente en la consulta, cuando mis pacientes me hablan sobre oportunidades que han perdido a lo largo de su vida, tiempo atrás, a todos los niveles: personal, laboral…
Por ejemplo, escucho muchas veces frases como éstas:
– “si hubiese hablado más ó me hubiese acercado a hablar con aquella chica que me gustaba en la facultad… quizás hubiéramos llegado a algo serio…”
– “si hubiese aceptado ese trabajo en Madrid (entiéndase aquí cualquier otra gran ciudad) que me interesaba y me permitiría ascender, pero pensaba que no sería capaz de realizar y que rechacé porque me daba mucho miedo… mi situación laboral sería muy distinta…”
– “si hubiera estudiado más en Bachillerato y hubiera obtenido mejores notas, habría podido estudiar la carrera que me gustaba…”
Son ejemplos de oportunidades perdidas y pasadas a las que no es sano volver constantemente, porque ya no estamos “allí, en aquel tiempo”, somos otras personas a nivel psicológico y emocional y esto es preciso tenerlo en cuenta para vivir el presente, que es donde estamos en realidad.
Esas oportunidades las dejamos pasar y ya está, allí se quedaron; luego vinieron otras elecciones que hicimos que nos han encaminado hacia el lugar emocional en el que estamos ahora, y que es de lo que nos tenemos que ocupar y resolver (si fuera preciso).
AQUÍ, HOY Y AHORA, NO AYER.
Claro que el ayer forma parte de nuestra historia, pero no nos define, no nos determina como se ha pensado durante años…
Del ayer y de las experiencias vividas podemos sacar conclusiones, observar cómo nos comportamos y evaluar, en la actualidad, si nos sigue sirviendo el modo en que resolvimos una cuestión ó ya no nos sirve y tenemos que dejar de repetirlo y encontrar otra manera distinta de hacer las cosas…
Si quieres contactar conmigo ó resolver alguna duda, tienes el correo electrónico monicagp@gmx.es de forma confidencial y también estoy en Facebook: Psicóloga Mónica González. Me gustará leerte.