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PROCRASTINAR

El hábito de posponer se llama procrastinar, es decir, retrasar tareas con la esperanza de que “se hagan solas” por arte de magia. Dejas algo para el día siguiente, y cuando llega ese día, lo dejas para el siguiente, y así sucesivamente. Aparecen sentimientos de culpa, frustración, malestar, autoengaño…

Condiciona tu vida, te paraliza, te hace sentir que no puedes porque piensas que no puedes. La tarea no tiene que ser excesivamente compleja, quizás sólo es que no es de tu agrado y eliges realizar otras que sí lo son, ó que te resultan más fáciles de hacer ó que se terminan antes… En ocasiones, la tarea sí es crucial que la realices y no la dejes para otro día, pero este hábito se ha hecho tan potente… que es realmente complicado vencerlo y dejar de retrasar lo que tienes pendiente por hacer.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS PRESENTAN ESTAS PERSONAS QUE PROCRASTINAN?

1. Tienen una imagen deteriorada de sí mismos, se ven incapaces de realizar esas tareas (así me lo han dicho en consulta). Lo que sería un bajo nivel de autoestima.

2. Presentan un elevado nivel de perfeccionismo, lo que implica perder mucho tiempo en querer hacer las cosas perfectas, y seguir empleando excesivo tiempo en intentar mejorar, en repetir y repetir…

3. Presentan un elevado miedo al fracaso. Si no está seguro de que va a hacerlo muy bien, tendrá miedo a hacerlo mal, con lo cual, lo pospone.

4. Experimentan ansiedad, que puede darse al comenzar varias tareas, por ejemplo, y no terminarlas, y así acumulan muchas tareas inacabadas.

5. Sentimiento de rabia debido al perfeccionismo, al no poder terminar ciertas cuestiones que se quedan a medias. La persona se enfada consigo misma porque se da cuenta de lo que sucede y no sabe cómo hacer para salir de ese círculo vicioso.

 

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA ROMPER ESE HÁBITO?

1. Darte cuenta de lo que te dices a tí mismo para mantener la conducta de procrastinación. Qué monólogo interno estás teniendo y manteniendo en el tiempo que te empuja a seguir con este hábito. En qué medida te minusvaloras y sigues aumentando la frustración y la rabia.

Si no eres consciente de este monólogo interno, difícilmente podrás generar otro alternativo para salir del círculo vicioso.

2. Una vez seas consciente de lo que te haces a tí mismo con ese comportamiento, empezarás a verte de una forma más realista. Podrás también hablarte de un modo menos destructivo y catastrofista. Importante introducir, a partir de ahí, un ligero cambio en ese monólogo que te posibilite hacer alguna modificación por pequeña que sea, y premiarte por ello.

Esta es la forma de empezar a romper ese hábito tan nefasto, hacer algo mínimo de forma distinta, para aumentar la motivación para el cambio y conseguir aumentar la autoestima.

ESTE PRIMER PEQUEÑO PASO SERÁ LA LLAVE QUE TE PERMITIRÁ SEGUIR EN ESA NUEVA LÍNEA DE ACTUACIÓN, Y TE DARÁS CUENTA DE QUE PUEDES AVANZAR Y DEJAR ATRÁS LA PROCRASTINACIÓN.

 

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